17 de abril de 2009

Del atribulado y una Marta Aveleiro agradecida.

Aún guardo el libro de Arturo D. Barcia “Teoría y práctica de la estenografía”.
Cómo ya comenté, Margarita y yo habíamos tenido esta materia en el Instituto Colomer desde el 1er año por lo tanto comenzar a verla en 4to era un repaso. A varios compañeros le hacíamos las tareas e incluso los exámenes. A mí casi me cuesta llevármela a marzo porque Barcia me agarró infragante ayudando a un compañero en el examen. Desde ese día ni bien comenzaba su clase, a Margarita y a mí, Barcia nos separaba.
Aún hoy Margarita es muy prolija y aplicada y por ese entonces hacía resúmenes diarios en taquigrafía de todas las materias y los guardaba en una caja de cartuchos Sheffer, ¡Imaginen el tamaño de los resúmenes con semejante archivo! Ante la menor duda ella sacaba su cartuchera, retiraba el apunte del “archivito” y refrescaba sus conocimientos. Con esos “machetes” se copiaba e incluso llegó a dar una clase sin que el profesor se diera cuenta de ellos.
Por entonces ella tenía muy buena vista y haciéndose la tímida bajaba la mirada y hacía cómo qué jugaba con el cinturón del guardapolvo donde detrás escondía los resúmenes. Con esa cara de santa, buen comportamiento y reflejando una gran timidez ¿quién creería qué era "la reina del machete"?
¡Gracias “profe” por habernos enseñado tan bien y disculpe a los “chicos” ellos no sabían el uso qué se les podía dar a esos odiosos ganchos!


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gracias Nestor y Marta.

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