25 de abril de 2009

Anécdotas de viajes.

Nuestro queridísimo Amigo y principal colaborador del Blog, Nestor Pato Salvemini (promo'79) nos envía estos relatos lo cual nos emociona enormemente a la vez que nos encantaría recibir a diario este tipo de historias, de cualquier tipo pero que obviamente estén relacionadas al Joaquín.
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"Eduardo, te mando un par de anécdotas que me vienen a la mente de los viajes de campamentos, una la del tren fantasma, que no me la acordaba hasta que Susana Cibau (contactada por el Feisbu) compañera de primer año y de ese campamento me lo recordó."

Anécdotas de Viajes

En cada viaje se le asignaba a cada acampante, además de su equipaje, una bolsa tipo arpillera o rafia con distintas mercaderías que por razones de costo o de distancia de un centro comercial debíamos llevar desde Buenos Aires.
Estas bolsas estaban numeradas y cada uno sabía la que le tocaba y era su responsabilidad que llegara a destino junto con su equipaje personal.

1- de Arañas y Tren Fantasma
Campamento a la provincia de La Rioja, planta de “El Duraznillo” a más o menos hora, hora y media de la Rioja capital, vacaciones de invierno de 1976 (para ubicarnos en tiempo y espacio).
El viaje no era nada sencillo, tren a Córdoba (línea Mitre), espera con trasbordo a La Rioja (línea Belgrano), y desde allí colectivo hasta el campamento.
Con las demoras de los trenes llegamos al campamento a altas horas de la noche, cansados y hambrientos, el lugar no tenía luz eléctrica y sólo algunos faroles a gas de garrafa.
Se decidió que esa noche dormiríamos todos juntos en el piso del comedor y recién al día siguiente cada grupo se instalaría en las correspondientes carpas.
La gran sorpresa fue cuando en el medio de la oscuridad empezamos a joder con las linternas y divisamos la cantidad de arañas de gran tamaño que había en el techo del comedor que no recibía visitas desde hacia bastante tiempo. Las niñas, que por supuesto compartían el lugar pero perfectamente dividido en dos sectores con los profesores en el medio, comenzaron a gritar desesperadas y más de una no durmió en toda la noche, hasta que Papu pegó un par de gritos y todos a dormir como angelitos.
El viaje de vuelta fue una verdadera odisea, salimos de La Rioja ya con unas cuantas horas de retraso lo que hizo que perdiéramos el trasbordo con el tren de Córdoba/Bs.As. (distintas líneas férreas) por lo que después de un montón de idas y vueltas de Papu y compañía la empresa decidió continuar hasta Buenos Aires en el mismo tren que veníamos de La Rioja con una formación FANTASMA, ya que no figuraba en ningún cronograma, utilizando la vía en los momentos que no había tráfico asignado, y en vez de llegar a la Estación Retiro del Mitre como originalmente estaba establecido, llegamos con muchísimas horas de retraso (no recuerdo exactamente) a la Estación Retiro pero del Ferrocarril Belgrano.

2- La bolsa ¿Dónde Está?
El viaje a Nonthue en Neuquén en enero de 1977 tampoco fue sencillo, tren (clase turista) de Constitución a Bariloche (llegamos con bastante atraso), colectivo de Bariloche a San Martín de los Andes y desde allí dos horas de lancha por el Lago Lacar hasta el campamento. Si no recuerdo mal fueron en total algo más de 50 horas de viaje.
Al realizar el inventario de lo que se traía desde Capital faltaba una bolsa con una lata de dulce de batata y una horma de queso (nadie sabía en que momento o en donde pudo quedar), por lo tanto las raciones de este preciado postre se redujeron a la mitad hasta unos tres o cuatro días antes de volver en los que la gente de la lancha (tipo las isleñas del Tigre para ser más gráfico) que todos los días paraba en el muelle trayéndonos el pan y los encargos desde la ciudad, descubrió un olor muy fuerte y para sorpresa debajo de uno de los asientos de la lancha apareció: LA BOLSA…
… y comimos queso y dulce a rolete los últimos días de ese campamento.


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gracias Pato.

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