Parece ser que allá por 1931 las "llegadas tarde" se notificaban a los domicilios utilizando el correo... tan sólo imaginen lo que sería hoy...
Y yo conozco la anécdota de un profesor que llamó por teléfono a la casa de un alumno para notificarle al padre (del alumno) que había subido su nota: de 0 a 0,50.
Lo juro... pero prefiero que en algún momento la relate el damnificado.
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